CONTRA LA LIQUIDACION DE LAS UNIVERSIDADES: UNIDAD, ORGANIZACION Y LUCHA

14 Y 15 DE OCTUBRE PARO NACIONAL UNIVERSITARIO Muchas son las circunstancias que en Colombia demandan del estudiantado un compromiso que refleje lo justo y digno de la resistencia social, desde la alternativa y a contramano de la aniquilación de nuestros derechos, a contramano del exterminio del pensamiento crítico, de las libertades, de la degradación de la vida y la servidumbre a las tropas que hondeas las barras y las estrellas. Hoy, en el ocaso del trabajo digno, el modelo neoliberal hace más evidente el lánguido papel del estado en el mundo de la globalización y el libre mercado, donde no solo se entrega los recursos de la nación, sino cualquier riqueza y patrimonio, incluso la vida de hombres y mujeres, que solo seremos libres para ser obreros y consumidores. La educación superior no escapa a estos postulados, por el contrario, es su piedra angular, construida como estricto escenario para la instrucción laboral y eslabón al servicio de la oferta y la demanda. Las recientes modificación impuestas por el régimen de Álvaro Uribe por la vía para-legislativa, son muestra de este panorama, una calidad precaria en beneficio de la cobertura, de una estéril estandarización que busca evaluar nuestras competencia para el mercado laboral, no para construirnos como sujetos y menos para tener una vida digna, así lo muestra con escandaloso descaro la ley 1243 de 2009 que hace obligatoria la presentación del ECAES y la ley 1188 de 2009, que desmantela la universidad y la constituye en institutos educativos soportados en los ciclos propedéuticos. La crisis financiera que padecen las universidades públicas del país se calcula en unos 500.000 mil millones de pesos, sin contar con la exigencia del gobierno que intenta obligar a las universidades a concurrir con partidas de su ya escaso presupuesto para el pago del pasivo pensional, amenazando la continuidad de la universidad como patrimonio cultural y social de los colombianos, haciendo más incierta la posibilidad que otros jóvenes puedan ingresar a las universidades y que los que estamos en ellas podamos continuar. Por ello, las y los universitarios de hoy, de no hacer nada y continuar como espectadores de la crisis, seremos condenados al olvido y juzgados por nuestra complicidad en la liquidación de la llamada a ser, centro de la libertad y el pensamiento crítico. ESTE 14 DE OCTUBRE, HAGAMOS DE LAS CIUDADES NUESTROS SALONES, ORGANICEMOS LAS ASAMBLEAS Y SALGAMOS EL 15 CON LOS PUPITRES A LAS CALLES. A LAS CALLES POR LA VIDA, LA SOBERANIA Y LA FINANCIACION DE LA EDUCACION PUBLICA